Gracias a Luis Braille y a su sistema de lecto-escritura

El sistema Braille es un código de lectoesccritura puntiforme, basado en 6 u 8 puntos, que permite representar letras, números y símbolos variados, lo que favorece la inclusión y brinda autonomía.

 

En pleno año 2023, creo que el Sistema Braille seguirá siendo irremplazable

por su sencillez, versatilidad y facilidad de uso.

 

Es un código que afianza la ortografía, capta la exactitud numérica y expresa la belleza de la poesía.

 

Se puede enseñar con métodos específicos, o adaptarse a procedimientos de enseñanza de letras convencionales. Quien quiera aprenderlo, deberá dominar en un cajetín... la lateralidad y distribución espacial, también, contar por lo menos hasta al 6, poseer motricidad fina y gruesa suficientes, y si tiene constancia y perseverancia, la lectoescritura puntiforme, dominará.

 

El braille lo pueden usar por igual los diestros y zurdos, niños, jóvenes o personas mayores,

aquellos que ven, como los que no ven o inclusive los sordociegos.

 

Es accesible para todos:

 

Para quienes es difícil la reversibilidad, existe el braille positivo.

Cuando sus usuarios no perciben los 6 puntos con facilidad, se usa el braille jumbo.

Para quienes requieren leer notas musicales, existe la musicografía.

Cuando se precisa escribir velozmente y en poco espacio, se emplea la estenografía.

Y en los idiomas o en las ciencias en que los 64 signos son insuficientes, el braille de 8 puntos, brinda hasta 256 caraccteres diferentes.

Además, si se escribe sobre hojas de acetato o de mica, la resistencia de los puntos es suficiente para evitar el aplastamiento accidental

 

Gracias al braille podemos acceder a la cultura, al conocimiento y a toda información escrita, entre otras situaciones, permite identificar nombre de calles, medicamentos o discriminar billetes, por lo que favorece la autonomía.

 

El braille es asequible en regletas o pautas. cuando está impreso no requiere luz para leerse.

 

También puede realizarse con máquinas mecánicas o electrónicas, con teclados braille físicos o  virtuales, inclusive con impresoras braille, y puede leerse en relojes y en líneas de braille efímero, garantizando la privacidad de la información.

 

Habitualmente leemos braille como puntos realzados en papel, pero gracias a la tecnología, los textos de e-books, de PC y de dispositivos móviles, fácilmente se convierten en braille efímero, lo que brinda igualdad de acceso a la información con los pares videntes.

 

El acceso al braille es un derecho y un medio que favorece la inclusión social y la igualdad de oportunidades, y como los juegos pueden adaptarse con braille, el sistema también proporciona diversión y entretenimiento.

 

Viva el braille y muchas gracias a su inventor: Luis Braille Barón que desarrolló un código universal e inclusivo, que pese al paso del tiempo, sigue estando vigente y siendo totalmente funcional.