¡Gracias a Luis Braille por su sistema de lectoescritura!

El sistema braille es un código de lectoesccritura puntiforme, basado en
6 u 8 puntos en alto relieve, que permite representar letras, números y
símbolos variados, lo que favorece la inclusión y brinda autonomía.

En pleno año 2025, el sistema braille seguirá siendo irremplazable...
por su sencillez, versatilidad y facilidad de uso.
Es un código que afianza la ortografía, capta la exactitud numérica,
expresa la belleza de la poesía, y permite la lectura privada o pública
de textos informales o cotidianos.
Se puede enseñar con métodos específicos, o adaptarse a procedimientos
de enseñanza de letras convencionales. Quien quiera aprenderlo, deberá
dominar en un cajetín... la lateralidad y distribución espacial, contar
por lo menos hasta al 6, poseer motricidad fina y gruesa suficientes,
poseer habilidades lingüísticas básicas, memoria y atención, y si tiene
constancia y perseverancia, la lectoescritura puntiforme dominará.
El braille lo pueden usar por igual los diestros y zurdos, niños,
jóvenes o personas mayores,
aquellos que ven, como los que no ven o inclusive los sordociegos.
Es accesible para todos:
Para quienes es difícil la reversibilidad, existe el braille positivo.
Cuando sus usuarios no perciben los 6 puntos con facilidad, se usa el
braille jumbo.
Para quienes requieren leer notas musicales, existe la musicografía.
Cuando se precisa escribir velozmente y en poco espacio, se emplea la
estenografía.
Y en los idiomas o en las ciencias en que los 64 signos son
insuficientes, el braille de 8 puntos, brinda hasta 256 caraccteres
diferentes.
Además, si se escribe sobre hojas de acetato o de mica, la resistencia
de los puntos es suficiente para evitar el aplastamiento accidental.
Gracias al braille podemos acceder a la cultura, al conocimiento y a
toda información escrita, entre otras situaciones, permite identificar
nombre de calles, medicamentos o discriminar billetes, por lo que
favorece la autonomía.
El braille es asequible en regletas o pautas. cuando está impreso no
requiere luz para leerse.
También puede realizarse con máquinas mecánicas o electrónicas, con
teclados braille físicos o  virtuales, inclusive con impresoras braille,
y puede leerse en relojes y en líneas de braille efímero, garantizando
la privacidad de la información.
Habitualmente leemos braille como puntos realzados en papel, pero
gracias a la tecnología, los textos de e-books, de PC y de dispositivos
móviles, fácilmente se convierten en braille efímero, lo que brinda
igualdad de acceso a la información con los pares videntes.
El acceso al braille es un derecho y un medio que favorece la inclusión
social y la igualdad de oportunidades, y como los juegos pueden
adaptarse con braille, el sistema también proporciona diversión y
entretenimiento.
¡Viva el braille! y muchas gracias a su inventor: Luis Braille Barón,
que hace 200 años desarrolló un código universal e inclusivo, que pese
al paso del tiempo, sigue estando vigente y siendo totalmente funcional.

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